No hay duda de que la digitalización ha contribuido a una rápida transformación de la sociedad y, si bien el impacto más relevante ha sido en el campo de la economía, cada vez sus efectos son más notorios en casi todo lo que afecta a nuestra vida cotidiana. Pero ha sido la aparición de la pandemia de COVID-19 la que ha puesto de manifiesto la necesidad de disponer de un sistema educativo y de formación adaptado a la era digital, pues el existente hasta ese momento resultaba claramente insuficiente.
Así, para afrontar esta pandemia con ciertas garantías, los centros tienen necesidad de disponer de: a) infraestructuras, conectividad y equipos digitales, b) profesores y personal de educación y formación con competencias y confianza digitales, y c) contenidos de aprendizaje de alta calidad, herramientas fáciles de usar y plataformas seguras que respeten las normas sobre privacidad digital y las normas éticas.
Pero para que este sistema funcione, hay que tener presente también, que esta pandemia ha incrementado sensiblemente la llamada brecha digital, provocada por las dificultades de acceso a las tecnologías digitales que tiene un sector importante de nuestro alumnado, especialmente los procedentes de entornos desfavorecidos.
En este contexto, el Fondo Social Europeo cofinancia, junto con el Ministerio de Educación y Formación Profesional, un conjunto de Actuaciones en materia educativa a través del Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027), para apoyar una adaptación sostenible y eficaz de los sistemas de educación y formación de los Estados miembros de la UE a la era digital.
Este Plan, que ofrece una visión estratégica a largo plazo de una educación digital europea de alta calidad, inclusiva y accesible, aborda los retos y oportunidades que ha generado la pandemia del COVID-19, además de perseguir una mayor cooperación a nivel de la UE. Igualmente, presenta oportunidades, entre las que se incluyen mejorar la calidad y la cantidad de la enseñanza relacionada con las tecnologías digitales ampliando las competencias y capacidades digitales para la transformación digital.
Ahora bien, esta nueva situación que nos está tocando vivir, tiene muy preocupados y estresados a los equipos directivos de los centros, por la gran complejidad y enorme carga burocrática que, para los secretarios, supone toda la gestión administrativa de los nuevos proyectos y especialmente, de todos los programas relacionados con la Formación Profesional. Por todo ello, la Asociación de Directores/as de Educación Secundaria de Cantabria (ADIESCAN) considera que, para gestionar la tarea administrativa, tanto la de carácter general como la proveniente de los Fondos, sería necesario un apoyo a las secretarías mediante la creación de una Coordinación de Proyectos de los Fondos Sociales Europeos, como se ha hecho, con buen criterio, con otras actividades.