La Guardia Civil de Cantabria ha procedido a la instrucción de diligencias en calidad de investigados a dos hombres de 34 y 21 años de edad, vecinos de Santander, como presuntos autores de un delito contra la protección de la flora y la fauna, al ser sorprendidos con una cantidad relevante de marisco sin tener autorización para tal actividad.
Dentro de las actuaciones de control contra el marisqueo ilegal que realiza el Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil de Cantabria, durante la noche del pasado lunes, los agentes observaron a una embarcación neumática con dos personas a bordo, aproximándose sin luces, a la rampa de prácticas de Puertochico en Santander.
Dichas personas portaban trajes de neopreno y botellas de oxigeno. Una vez en la rampa, un tercer individuo, se apeó de un turismo y se acercó a la embarcación para recoger tres cestos, un ancla y diverso material de buceo e introducirlo a continuación en el vehículo terrestre.
Una vez los agentes llegaron al lugar, comprobaron que en el interior de los cestos, había una gran cantidad de marisco y pescado, en concreto 29 centollos de gran tamaño, 3 nécoras, 3 jargos, 4 cabrachos y 2 cachones.
El marisco fue devuelto al mar y el pescado entregado en un centro benéfico de Santander.
Por este hecho se instruyeron diligencias en calidad de investigados como presuntos autores de un delito contra la protección de la flora y la fauna.
Artes profesionales en embarcaciones de recreo
Durante la noche del pasado martes, y dentro del mismo operativo que lleva a cabo Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil de Cantabria, se observó que desde una embarcación de recreo se utilizaban artes de pesca profesionales, en una zona cercana a la isla de Mouro.
Al comprobar los agentes que la embarcación se dirigía a puerto, se la esperó llegando en la zona de Puertochico, donde fue inspeccionada.
La Guardia Civil comprobó en ese momento, que las dos personas que se encontraban en la embarcación habían estado faenando con redes no permitidas para ese tipo de barco.
Así mismo se incautaron más de 30 Kg de congrio, pescado que fue entregado en un centro benéfico de Santander.
Los dos hombres fueron denunciados por el presunto uso de artes de pesca profesionales en una embarcación de recreo.