Los gobiernos de Cantabria y Castilla y León han mantenido hoy un encuentro en el que han abordado los últimos detalles y procedimientos para dar por finalizado el contenido del primer protocolo entre ambas comunidades autónomas.

La rúbrica de este acuerdo por los presidentes de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se producirá en las próximas semanas, culminando así un periodo de trabajo interrumpido por la pandemia, en los que miembros de ambas administraciones han celebrado reuniones sectoriales sobre las materias de interés común.

La consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández Viaña, se ha desplazado hasta Valladolid, donde ha mantenido un encuentro con el titular de Presidencia de la Junta de Castilla y León, Ángel Ibáñez, para reactivar este acuerdo de colaboración que establecerá los principios de colaboración y los proyectos comunes, en los que ambas autonomías sumarán esfuerzos para mejorar la prestación de sus servicios públicos, en especial en aquellas materias que afectan a los ciudadanos que residen en las zonas limítrofes.

Al término de la reunión, la consejera de Presidencia de Cantabria ha mostrado su satisfacción por terminar un proceso «largo», «de mucho trabajo y coordinación», y que ha dado como resultado un protocolo regulador de múltiples materias, que tendrá una vigencia de un año y será prorrogable.

Ha puesto el acento en la unión entre comunidades «en tiempos difíciles», un esfuerzo común para velar por los intereses de los vecinos y poner los servicios públicos esenciales «por encima» de las ideologías políticas.

«Se pueden hacer muchas cosas de forma coordinada y conjunta, y este protocolo lo demuestra cuando son cuatro partidos políticos los que han estado trabajando al frente de las distintas consejerías y que han conseguido tener un texto prácticamente ultimado y a punto de firmar» por parte de los presidentes, ha señalado la consejera de Presidencia de Cantabria, quien ha agradecido el trabajo conjunto de todas las consejerías implicadas de ambos gobiernos.

Ha valorado que la pandemia ha puesto de manifiesto que «no hay fronteras físicas y ahora más que nunca la colaboración y cooperación entre territorios es fundamental para afrontar los nuevos desafíos», ha señalado Fernández Viaña, quien ha añadido que ahora el marco de trabajo «ha cambiado» y «debemos de adelantarlos y ser conscientes que juntos podemos conseguir más cosas».

Entre otros asuntos que fija el protocolo, la consejera de Presidencia ha destacado la importancia de que el Hospital Tres Mares de Reinosa, construido hace diez años con vocación de centro «comarcal» al servicio de «todos» los territorios, sea «por fin» una realidad y pueda atender a casi 12.000 personas de Castilla y León.

También se ha referido al acuerdo sobre protección civil y emergencias en zonas limítrofes: Cantabria tiene un servicio de rescate vertical «a la vanguardia» de Europa, y un servicio de helicóptero medicalizado con el que solo cuentan otras tres comunidades. Además, una segunda aeronave se incorporará a los servicios de Cantabria para reforzar la extinción de los incendios forestales, ha recordado la consejera.

«Son iniciativas en las trabaja Cantabria y queremos trasladarlas también al servicio de esta comunidad autónoma ¿Castilla y León-«, ha indicado Fernández Viaña, que ha valorado especialmente la unión en defensa de un sistema de financiación autonómica que tengan en cuenta el coste efectivo de la prestación de los servicios públicos para dar respuesta a «singularidades comunes», como el envejecimiento poblacional y la orografía.

Por último, ha hablado de la colaboración establecida en el entorno del embalse del Ebro para dinamizar este lugar compartido, otros acuerdos en materia industrial y la puesta en común para asegurar los recursos nacionales y europeos necesarios para dar respuesta al reto demográfico.

«Efecto frontera»

Por su parte, el consejero de la Junta de Castilla y León ha valorado que el trabajo conjunto y el alcance de la colaboración entre ambas autonomías, «un primer paso» para «trabajar juntos» para prestar «más y mejores servicios», independientemente donde se resida, y así «diluir el efecto frontera».

«Este protocolo general de colaboración va a suponer un gran paso en las relaciones institucionales y una gestión más eficiente de los recursos», ha remarcado Ibáñez.

Al igual que la consejera de Cantabria, ha resaltado la colaboración en materia sanitaria y el establecimiento de «mecanismos justos» de financiación autonómica, pero también en el ámbito des servicios sociales, cultura y usos turísticos. «Nos unen retos comunes», ha subrayado Ibánez, en los que la colaboración se intensificará y será crucial en el ámbito demográfico, una materia que necesita, a su juicio, una actuación «prioritaria» por parte de las instituciones nacionales y europeas.

Ha recordado, por último, que Cantabria y Castilla y León venían colaborando desde 2004 en convenios sectoriales como el de medioambiente y emergencias, pero este nuevo protocolo tiene una «vocación global», amplía las materias y los servicios públicos prestados a los vecinos de ambas autonomías.